Factores de riesgo
de la leucemia
mieloide crónica
Es importante estar informados acerca de los factores de riesgo de las distintas enfermedades, en esta ocasión hablaremos de la leucemia mieloide crónica (LMC). Un factor de riesgo es algo que puede aumentar la posibilidad de desarrollar una enfermedad. Tener un factor de riesgo o varios no implica que desarrollaras la enfermedad; del mismo modo, podrías llegar a desarrollar la enfermedad incluso si no tienes ningún factor de riesgo.1
En el caso de la LMC, conocemos algunos factores de riesgo, estos son:
La exposición a la radiación:
Si has estado expuesto a altas dosis de radiación, como puede sucederles a sobrevivientes de explosiones de bombas atómicas o accidentes en reactores nucleares, tu riesgo de desarrollar LMC puede aumentar.1,2
Edad:
El riesgo de padecer LMC aumenta con la edad. Es una enfermedad que generalmente aparece en la edad adulta o después de la mediana edad, y que en pocas ocasiones se presenta en niños.1
Sexo:
La LMC es ligeramente más común en hombres que en mujeres, pero se desconoce el por qué.1
Por el momento no se han asociado otros factores de riesgo con la LMC. Incluso, factores de riesgo comunes para otras enfermedades como fumar, la dieta, la exposición a ciertos químicos o infecciones no parecen afectar el riesgo de desarrollar LMC.1 Además, la LMC no es una enfermedad hereditaria y no se transmite de padres a hijos.1,3
La mayoría de las personas con LMC tienen una mutación genética llamada cromosoma Filadelfia. Esta mutación no se hereda, sino que es un cambio que ocurre en las células de la médula ósea. Lo que sucede es que una parte del ADN de un cromosoma se mueve a otro cromosoma, un cambio conocido como ‘cromosoma Filadelfia’. Esto resulta en la producción de una proteína, llamada tirosina quinasa, que hace que las células madre produzcan demasiados glóbulos blancos.2-4
Aunque hay factores de riesgo conocidos como la radiación, la edad y el sexo, la mayoría de las veces la LMC ocurre debido a cambios genéticos que no están relacionados con factores externos o antecedentes familiares. Si tienes preocupaciones o preguntas relacionadas con la LMC, lo mejor es hablar con un médico.
