📅 23/11/2023
Signos y síntomas claves para identificar la urticaria crónica espontánea
¿Qué pensarías si de la noche a la mañana aparecen ronchas rojas y picazón en tu piel? Podría tratarse de urticaria crónica espontánea (UCE), una afección de la piel caracterizada por el desarrollo de lesiones abultadas de color rosado o rojo en distintas zonas del cuerpo.
Esta enfermedad produce que el sistema inmunológico (el que combate las enfermedades) active unas células localizadas en la piel llamadas mastocitos, las cuales liberan la histamina, una sustancia que propicia la aparición de ronchas elevadas, enrojecidas y con picazón (1).
Se calcula que esta afección tiene una prevalencia de alrededor de un 15% al 30% de la población, siendo dos veces más frecuente en mujeres que en hombres, sobre todo en una edad entre los 20 y 40 años (2).
Síntomas comunes de la urticaria crónica espontánea
Los factores más predominantes de esta condición son las lesiones en forma de ronchas que causan intenso picor y que aparecen en cualquier zona de la piel.
No obstante, sus síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia de una persona a otra, tanto así que cada caso es casi que único. De cualquier modo, estos son los signos más comunes:
Ronchas o Habones:
La aparición de ronchas rosadas y rosas es la característica más distintiva de la urticaria. Pueden aparecer y desaparecer en cualquier parte del cuerpo, y cambiar de forma y tamaño rápidamente.
Picazón Intensa:
La picazón puede llegar a ser tan intensa que afecta la calidad de vida de quien sufre UCE. La necesidad constante de rascarse puede llevar a la irritación de la piel e incluso a la formación de infecciones y heridas.
Aparición y desaparición:
Los síntomas pueden aparecer y desaparecer de manera impredecible, sin factor desencadenante aparente. Algunas personas pueden experimentar brotes durante un período específico y luego experimentar una remisión temporal.
Hinchazón:
En algunos casos, la UCE puede provocar hinchazón de las lesiones y angioedema, una hinchazón en capas más profundas de la piel, sobre todo en áreas específicas del cuerpo como labios, párpados, manos y pies.
Persistencia:
Para ser considerada crónica, la afección debe perdurar durante al menos seis semanas, con episodios recurrentes que pueden durar meses o incluso años.
Se realiza una exploración física y un diagnóstico que determine alguna causa subyacente.
El tratamiento se basa en el uso de medicamentos -considerados por el especialista y según el caso-, los que tienen como función regular la liberación de histamina y contrarrestar la aparición de los síntomas.
Posteriormente el médico indica un plan de tratamiento que tendrá como objetivo aliviar y controlar los síntomas, y mejorar la calidad de vida del paciente.
