Erupción emocional: el estrés un desencadenante de la urticaria crónica
Urticaria por estrés, conoce la relación entre las enfermedades de la piel con factores emocionales; cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo y tratarlo.
📅 23/11/2023
Ponerse en los zapatos de otro no es fácil y mucho menos ponerse en su piel -metafóricamente hablando, claro está-. Ahora, imagínate hacerlo en una piel en la cual la urticaria crónica espontánea aparece como un capricho del destino, sin previo aviso en cualquier momento y en cualquier lugar.
Para aquellos que tienen esta condición -aun sin saberlo- se debe sentir como una erupción de emociones en donde el desconocimiento, la incertidumbre y la frustración por una enfermedad que parece salida de la nada, se unen para crear un cóctel de estrés-tonic, lo que no hace sino empeorar, además de la urticaria, otras afecciones de la piel como la psoriasis, dermatitis atópica y el eczema. Está potente ¿verdad?
Visita inesperada: Sin consideraciones y hasta de una forma abrupta llega la urticaria crónica espontánea, así como cuando una persona a la que hace mucho no ves llega a tu casa sin previo aviso y tú todavía te encuentras con el pijama puesto.
Es justamente la intranquilidad por el visitante es lo primero que sienten las personas cuando una mancha roja aparece ¿qué es y a qué ha venido?
Cambio de planes: Es ahí cuando los planes que tenías para tu día se ven trastocados. No sabes cuánto tiempo se quedará la visita, ni qué harás con ella. Sin duda, una situación estresante. Así pasa con la urticaria crónica, donde la vida diaria se ve alterada en algunas de sus facetas. Y es que quienes experimentan la picazón lo podrían catalogar como sentir “la piel en llamas”.
Es precisamente una comezón intensa la que interrumpe las horas de sueño, debido a ella se produce incomodidad para dormir e incluso podría despertar a las personas en la mitad de la noche (3, 4).
En búsqueda de alivio: Entre la primera mancha y la solución, hay desconocimiento e información diversa que no hace sino aumentar el estrés. Para acortar el camino entre el problema y la solución, lo ideal siempre será tener un conocimiento previo, hacerte con información veraz, pedir la opinión del médico dermatólogo o alergólogo y seguir sus indicaciones hasta que el alivio de tener una solución contra la sintomatología sea la emoción predominante.
Es importante aclarar que el estrés no es un enemigo, de hecho, es común experimentarlo y hace parte de la condición humana. Lo que no debe ser común es que este sea quien tome control de tus emociones y de tu salud.
Recordemos que el estrés es un desencadenante de la urticaria crónica espontánea, pero también podría serlo de otras patologías, inclusive de otras condiciones que van intrínsecamente alineadas a la autoestima y la salud emocional y mental.
De ahí la importancia de saber gestionar ciertas situaciones y emociones, sino sería como estar dentro en una rueda de hámster, de la cual no puedes bajar a menos que tu decidas parar.
Entonces, la verdadera pregunta es: ¿cómo manejo mi estrés para que éste no sea un factor desencadenante de erupciones en mi piel? Respuesta: el conocimiento es poder. Sí, un cliché, pero una verdad que hemos venido mencionando y la cual queremos subrayar y poner en negrillas en este punto.
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En ese sentido, el conocer más sobre esta condición, entender cómo podemos prevenir desencadenantes de su sintomatología, que tiene una solución que posibilita que quienes la padecen lleven su vida de forma habitual y que hay herramientas que nos facilitan gran parte de ese proceso.
Precisamente, en los casos en donde el estrés puede ser el origen de dolencias y trastornos, el uso de herramientas que nos ayuden a gestionarlo es lo que necesitamos para evitar que se convierta en el artífice de la aparición de la UCE.
Haz algo que te guste y disfrutes: Sí, la lectura, la música, un día de playa o escuchar un podcast pueden convertirse en toda una terapia de relajación si es algo que disfrutas. Por ello, cuando sientas que tus niveles de estrés están afectando tu salud, tómate un respiro para hacer esa actividad favorita.
El ejercicio es un aliado: Esto es algo que mencionan constantemente y se debe a que cuando realizamos actividad física nuestro cerebro libera endorfinas, la cual tiene efectos analgésicos y ansiolíticos sobre el cuerpo. Por tanto, un buen estado físico tiene efectos muy positivos en la prevención del estrés(4). Prueba con manejar bicicleta, bailar, nadar o caminar.
Descanso: Sí, dormir entre 7 a 9 horas promedio está relacionado con una buena salud. Un buen descanso ayuda al correcto funcionamiento mental, te ayuda a estar más alerta, tomar mejores decisiones y gestionar mejor las emociones.
Rutina saludable: Llevar un estilo de vida más saludable no solo incluye la alimentación y el ejercicio, sino también hace referencia a evitar el consumo de alcohol y drogas, el consumo de azúcar de forma excesiva y el tabaquismo.
Meditar: La meditación la practican muchas personas en la actualidad. Este es un método que te ayuda a combatir el estrés, al practicar ejercicios de respiración, incentivar la relajación y técnicas de relajación.
Al final, todas las personas se encuentran enfrentando su propia batalla, pero para quienes la urticaria crónica espontánea ha llegado a su vida con una invitación del estrés, esta sería -con toda seguridad- una fuente inesperada de valentía, fortaleza y autocuidado.
Si bien, eliminar o reducir altos niveles de estrés no es una tarea fácil, sin embargo, es valioso recordar que tienes medios para tratar y superar sus efectos, sobre todo cuando transitas ese proceso acompañado de una comunidad o un grupo de apoyo, y por supuesto, de la mano de un profesional de la salud.
Si estás experimentando síntomas persistentes de urticaria o estrés abrumador, lo más aconsejable es que consultes con tu médico.
