Salud y bienestar:
las mejores prácticas para convertirse en cuidador
📅 23/11/2023
Construye una relación de confianza:
Comunicación, respeto y empatía son las claves para construir una relación de confianza con tu ser querido. Hazlo sentir cómodo, no le digas qué debe hacer. Consúltale cómo podrías ayudarlo a sentirse mejor2. En la medida de lo posible, hagan actividades agradables como disfrutar de la música o jugar juegos de mesa. Eso estrechará el vínculo entre ustedes. Por ejemplo, si actualmente dedicas medio tiempo a cuidar de tu madre, una actividad ideal podría ser mirar juntas los álbumes de fotos.
Desglosa las tareas en actividades sencillas:
Una de las principales preocupaciones de los cuidadores es la falta de tiempo2. Planificar las actividades que debes cumplir te ayudará a organizarte mejor. Por ejemplo, puedes hacer un listado de tareas y marcarlas según su prioridad e importancia. Así sabrás cuándo debes llevar a cabo cada actividad, cuándo delegar y cuándo aplazarla.
Pide y acepta ayuda:
Es posible que te sientas frustrado o frenado por la falta de medios económicos, recursos o conocimientos necesarios para planificar, gestionar y organizar eficazmente los cuidados de su ser querido3. Pedir y aceptar ayuda no es una muestra de debilidad, falta de competencia o egoísmo4. Por el contrario, significa que reconoces tus límites y sabes compartir responsabilidades de manera oportuna. Así podrás garantizar la salud y el bienestar de la persona que cuidas y la tuya. Haz una lista de actividades y pide ayuda asertivamente. La familia y los grupos de visita y apoyo son una buena fuente de ayuda. En los grupos de apoyo podrías encontrar orientación valiosa; especialistas podría orientarte respecto a cómo motivar a tu ser querido a retomar sus proyectos.
Establece límites:
En ocasiones ocurre que por apego o confianza tu familiar exija más ayuda de la que realmente podría requerir5. También podría pasar que descargue en ti los sentimientos que surgen debido a su diagnóstico. En estos casos es necesario que establezcas reglas claras que limiten las demandas excesivas al establecer y diferenciar tu rol como cuidador de tu papel como cónyuge, amigo, hijo u otra relación cercana3. Es igualmente importante que rechaces de manera asertiva los reproches desmedidos. No serás un mejor cuidador si toleras estas circunstancias. Tu deber es fomentar una actitud positiva e incentivar la autonomía de tu familiar.
Presta atención a tu propia salud y bienestar:
Diversos estudios señalan que los cuidadores son propensos a experimentar problemas emocionales, sociales e incluso físicos6. Además, suelen tener dificultades para atender su propia salud y bienestar. Normalmente esta actitud está vinculada a creencias como sentirse egoísta si se colocan primero las necesidades propias.Abandonar estos conceptos y asumir el autocuidado es esencial. Tómate un momento para agendar una cita médica para ti o realizar actividades que disfrutes. Aprende a reconocer tus señales de agotamiento y emplea herramientas para cuidar tu salud mental y física, ya que esto puede afectar la calidad de los cuidados que eres capaz de proporcionar3.
Evita conflictos con tu ser amado:
Muchos cuidadores tienen la creencia de que su participación en la vida de la persona a la que cuidan tendrá un impacto positivo tanto en su salud y felicidad, así como en la propia del cuidador3. Sin embargo, cuando se diagnostica una enfermedad, surgen sentimientos de ira, negación y tristeza. Es importante permitir que la persona comparta estas emociones sin reprimirlas o emitir juicios. En esta etapa, es fundamental que la persona sepa que cuenta con nuestro apoyo incondicional. Por lo que debemos evitar cuestionar o juzgar. Debemos expresar comprensión y solidaridad para brindarle la fuerza necesaria, manteniendo a su vez un equilibrio entre nuestras altas expectativas y la atención que ofrecemos.
Recuerda que generar un sentimiento de empatía es natural, sin embargo, no debes asumir todo el estrés emocional y el trauma de la persona que estes cuidando. Velar por el bienestar de otros es una labor que denota amor y empatía. Continúa haciendo la diferencia en la vida de quienes amas sin dejar de prestar atención a tu propia salud y bienestar.
